Mentes sin amarras es un blog que nace de la búsqueda de la creatividad y del deseo de no dejar perder aquellas ideas que tocan de vez en cuando la mente y se van debido a la falta de un lugar para quedarse. Mentes sin amarras es el lugar para cualquier idea, pensamiento o escrito que ronde por ahí en las mentes de los autores.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Pensamiento de puta




 Peeeepeeee peeeepeeee (Celular timbrando)  ♪ ¿Por qué te demoras? Se que quieres,Se te nota... ae ae ae ♫ (Otro fabuloso backtone)
-Alo 
si hola, mira he salido contigo y quiero volver a salir con vos.
- ¿Con quién habló? - (Eso no tiene relevancia alguna, si hay dinero).
La ultima vez que salimos fue en son de amigos, sin embargo, no sé si te lo hice saber, pero hoy quiero tener sexo contigo, alguien me dijo que cobrabas.
- No, eso era hace tiempo, ahora no.
Okay entonces, fue un mal entendido, una equivocación.
- Pero podríamos salir si quieres.
Quiero.
- No entiendo porque te dijeron eso.
Quien me dijo tiene mejor percepción de ello que yo, por tanto le creí.
- Bueno y cuanto me das? (ja)
***** Negocio*******
(Será bien, nos conocemos, así que se parecerá a hacer el amor pero pagando.)
- Tal hora
Okay.
En el encuentro: (Cerebro primitivo: Nooooooooooooooooooo!!!, acaba de llegar de una corrida y no se dignó a bañarse).
- Y qué más, qué cuentas? (ja)
Trabajo, juego....
- Y qué más, qué cuentas? (ja)
Pues que te encuentras con un tipo muy silencioso, a veces los silencios pueden decir más cosas que las palabras (Por ejemplo este dice: maldita nariz desarrollada).
- Y por qué tan callado? (Porque estoy tratando de hallar la manera de que mi cerebro de serpiente no me recuerde que acabas de acostarte con otro,porque no tuviste la genileza de bañarte para mi, le toco baño mija).
Yo soy así.
Ven tomemos una cerveza por acá.
- ¿Dónde? (¿Querrás decir Rápido? Y ahora con el método vagina sin lavar, parece que has ganado algo de tiempo, que se convertirá en oro, vaya el negocio,  ¡ Funciona!)
Caminemos, me gusta caminar, ¿Qué opinas de este lugar?.
- No en ese no, mejor aquel de allá. (Es decir, tu pones las reglas)
Más adelante, por favor.
- No! Acá!. (ummm)
Sí tu vas a invitar elige el lugar, pero mientras sea yo quien pague elijo yo. ****Con una severa cara de inconformidad.


Me encanta un lugar a dos bloques de acá.
- No me gusta caminar. (Pichar tal vez, pero al paso que va voy a terminar pagando por una mal oliente vaca muerta).
A la vuelta venden cocktails, se que te gustarán.
- Acá, no andemos más!. (Pero...).
Listo.
+ ¿Qué les gustaría tomar?
- Me das un cocktail.
Nena acá no venden cocktails no esperaste a llegar, a mi me das una Cerveza.
- Michelada ;).
♪ ... hacer el amor con ropa  ♫ (Un buen reggaeton para recordarme de la verdadera razón de estar acá, pero hubieras pensado en que aromatizarse hace del servicio algo especial)
- Estás más gordo que la ultima vez, te ves lindo.
Vos estás muy bonita, tienes un rostro espectacular. (y es verdad)
- Hazte acá que yo no muerdo.
Bueno, pero espero que ahora sí me muerdas un poco.
- Tal vez jijiji.
(Tan cerca, no ves que me huelo las feromonas de tu antiguo amante, maldito cerebro primitivo, primero me mueves, y ahora me dices: sexo equivocado, abortar misión)
¿Allá a donde vamos hay ducha?
- Sí
(Okay, entonces esto será lo que pasará: Inmediatamente lleguemos, pa'l baño, le voy a pegar una bañadita con estropajo hasta que huela como a mi me gusta, pensamiento acompañado con la mirada de ajedrecista que ha elucubrado el plan perfecto y una sonrisa maleva)
¿Bailamos este reggaeton?
(Nada me salva, el cerebro de serpiente ha machacado mi psiquis, Freud debe estar feliz viendo desde donde esté, que lo más probable es el infierno, como mis fuerzas oscuras me dominan, no hay más que hacer arranquemos o sino mi mente racional tomará el control y sumará este reggaeton de Vaca muerta como la antesala de lo que podría ser tener sexo con una tabla).
¿Vamos?
- Bueno.
**** Esperando el Taxi ****
- Pagame por adelantado...
(What a fuck!!!)
- Perdoname la sinceridad...
(O_____O y la fuerza oscura me dominó)
Okay ya que andamos tan sinceros, la próxima vez, ¡báñate!, he estado haciendo una fuerza infinita para evitar olerte, no me he podido concentrar en nada... 
- Ahh inventando excusas !!! ?? Ya me ibas a hacer conejo. (¿Conejo?)
Vea, pa'l taxi, y vea pa' que no pierda la venida...


Echome a andar, mientras escuchaba como alguién recitaba el urban dictionary en español atrás de mí, Y sentí que coincidía perfectamente con mi cerebro de serpiente y hubo un reencuentro personal trascendental. .


Ovat.


P.D. De pura envidia, porque yo también escribo.

¿Cómo se llama?

La vi entrar en el vagón justo antes de que el metro produjera ese molesto sonido que avisa que está próximo el cerrado de la puerta y pensé con algo de malicia: ¿¡ah! con que sí?, era Lucia y tenía cara de noche de placer, de satisfacción sin medida, de sexo, pudor y lágrimas, tenía cara como de jueves por la noche en un ajetreado itinerario de orgasmos que parecerían no haber tenido fin. Ella había pasado una noche ciertamente placentera -con quien me atrevía a adivinar- había sido una muy grata compañía. Una noche que había disfrutado en gran medida por ese tan prolongado período de abstinencia y celibato al cual había sido sometida por su mamá, una vieja loca que la había internado en un convento porque quería que ella, Lucía, su hija, se hiciera monja. Lucía debatió y forcejeó hasta que un día logró ser expulsada del convento, cuando después de un fin de semana de licencia había ingresado bajo sus hábitos tres dildos que asemejaban a la perfección, los prominentes falos de 3 buenos ejemplares equinos. Su padre la acogió en casa tras el escandaloso acto. Él representaba –por así decirlo- todo lo contrario a su madre, y por motivos claros, terminaron separándose; su madre y él ya no vivían juntos. Cuando la vi entrar al vagón la saludé, hice un ademán como de todo bien con mi dedo pulgar de la mano derecha levantado hacia arriba, y ella me respondió que todo bien mientras hacia el mismo gesto. La conocía desde mi infancia, fuimos muy buenos amigos y nuestra amistad iba y venía, no era algo constante, se daba más bien a períodos intermitentes, pero siempre que volvíamos a hablar era como si el período de ausencia nunca se hubiera dado. Ese día Lucía tenía esa cara fascinantemente pícara que siempre había encontrado tan atractiva, y no era que me gustara, simplemente admiraba su belleza. Me contó que todo iba bien, que luego de dejar el convento había vuelto a nacer, que estaba viviendo con su padre al norte de la ciudad. Cuando me dijo lo del norte me entró la duda y me atreví a preguntarle de manera bastante socarrona: "Hey Lucy -así era como le decía de confianza ¿y qué haces por aquí al sur?". Lucía tenía el cabello mojado, emanaba ese olor a feromonas satisfechas que no siempre es fácil de notar, no llevaba maquillaje, se notaba que se había dado una ducha rápido por su cabello aún húmedo y por el sentido del tren sabía que volvía a casa. Era mala para mentir y no lo intentó porque sabía que yo sabría si ella estaba mintiendo. Así que me dijo mientras inflaba sus cachetes con un montón de aire: "Es que.... Estaba moteliando". Su confesión me provocó una de esas risas intempestivas que salen desde adentro sin avisar, y es que siempre me había encantado esa frescura con que decía sus cosas. Me entusiasmé con la idea y le dije que me alegraba, que se lo merecía, que me parecía muy bien que se diera gusto y me atreví una vez más a lanzar una pregunta que no esperaba que respondiera, pero he de confesar que me sorprendió grandemente, le pregunté: "¿Y eso?, ¿con quién?,¿cómo se llama?"… Y entonces me miró a los ojos y me dijo casi susurrando: "se llama Susana". Fin.