Mentes sin amarras es un blog que nace de la búsqueda de la creatividad y del deseo de no dejar perder aquellas ideas que tocan de vez en cuando la mente y se van debido a la falta de un lugar para quedarse. Mentes sin amarras es el lugar para cualquier idea, pensamiento o escrito que ronde por ahí en las mentes de los autores.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Tengo 20 años y más sueños frustrados que metas en la vida.



Tengo 20 años y una carrera fracasada y otra a punto de convertirse en una frustración. Dos amores mal finalizados y uno no correspondido. Un desgaste en las rodillas como consecuencia de tanto entrenamiento para no convertirme en medallista olímpico. Tengo 20 años como dice Pizarnick en su poema y  mis ojos tienen 25 porque han visto más de lo que puedo recordar. Todo el tiempo me pregunto cómo hizo Capote para descubrir su talento o cómo supo Hendrix que lo suyo era la guitarra, porque con cada intento que hago menos me quedan para probar y más me decepciono. Tengo una tristeza que me rebana por dentro y siento no me alcanza el alma. Odio tantas cosas que ya no sé si por las venas me corre sangre o veneno. Patricia González tiene una frase muy linda que dice: “Busqué como loca una bala perdida”, aunque sé que no es de ella originalmente, en mi cabeza sigue sonando a ella porque fue a la primera persona a quien se la escuché y me gustó en su voz. Pienso que a los 20 uno debería estar pensando en formas de disfrutar la vida y no pensando en formas de acabarla. Sé que me faltan muchas cosas además, nunca he estado en un trío, aún no conozco Europa, no he escrito nada memorable, ni he pintado una obra de arte. Mi psicólogo (si tuviera uno) me diría que no puedo vivir así, que no puedo estar comparándome todo el tiempo porque las condiciones de cada persona son particulares, pero yo me sigo imaginando que si García Márquez pudo escribir algo a los 38 que lo llevo a ser reconocido como uno de los más grandes, yo habiendo nacido en esta misma tierra, debería estar en condiciones de hacer lo mismo, pero también es verdad que yo no tengo el mar para inspirarme, de que Medellín no es Cartagena, de que yo no nací en Aracataca y que aún no he sido exiliado y creo que nunca voy a serlo.

Hay días en los que la vida duele más que de costumbre. Hoy es uno de esos. Ya hoy no tengo 20 años, ya no tengo sueños, ya no tengo ganas. He leído un libro de Programación Neuro Lingüística, y por más que intento meterle ganas a esto, cambiar una creencia sigo sintiendo que soy el mismo ser humano medio bobo, medio inútil, al que simplemente premiaron con algo de apariencia y muy poco de esencia.

Hoy se cierra el concurso de Tragaluz para el que finalmente no terminé escribiendo nada a pesar de lo mucho que me entusiasmé con la idea. Me odio tanto que he preferido de paso ignorarme para que no me duela.

martes, 4 de marzo de 2014

Escribiendo guiones para Rupert

Para sembrar las semillas de las ideas, tomas tu cuaderno de sueños y anotas "Tener ideas que cambien el mundo, historias que sorprendan", te despiertas y escuchas el cuento breve que te susurro tu ser interno, jugueton e imaginativo, te dices que quisiste decir, en un momento encuentras respuestas, sabes que has sembrado algo.

Para sembrar ideas te pones a escuchar atento la música que escucha el del lado en el metro, buscas que no sólo las mujeres te sorprendan, sino cada cosa, peleas por recibir el rayo del sol especial, ese de entre las 4  y 5 de la tarde, para sembrar ideas escoges una libreta pequeña de bolsillo y anotas lo primero que se te ocurra. Buscas los problemas, para darles soluciones diferentes, te pones en los zapatos de otros, miras con anhelo clemente al cielo, y pides secretamente, vas y te sientas a ver una peli que no has visto y que tal vez no te guste, revisas tu pasado y no te importa porque así se siembra también, revisas tu futuro, revisas debajo de la cama...

Y así terminas viniendo al  blog olvidado a decir que quieres encontrar cuentos que nadie jamas ha contado, que quieres hacerlo bien, muy bien. Crees que podría apenas broten las ideas que se van sembrando cada día, venir de vez en cuando acá y dejar algún escrito que se pueda volver película, o que de pie a otra mejor idea que si se vuelva película.




viernes, 20 de septiembre de 2013

Historias de amor (de terror)

Historia de amor # 1.

Muerte.
Sí a usted ya no se le para, no se preocupe habrá quien bata el chocolate por usted.

Historia de amor # 2

Esperanza.
Está usted pensando que regresará, mientras mira la tele, con lágrimas en los ojos, comiendo crispetas y viendo una peli triste, ella está con el otro que lo hace mejor que usted y con las nuevas sensaciones se van desvaneciendo de la mente de ella las conexiones que indican que dichos placeres se refieren a usted, usted empieza a convertirse en una historia olvidada y oscura... buajaja.

Historia de amor # 3

Santidad.

Ella está en el concierto y tiene la posibilidad de hacer algo con su rockero favorito de turno, sepa y entienda que los rockeros favoritos de turno nunca están en la zona de amigos, vuelva a usar condón, es por su bien.

Historia de amor # 4

Pedigrí
¿Su hijo no se parece? Tranquilo que padre no es el que engendra sino el que cria...

Historia de amor # 5

Iluso.

¿Le habla alegremente de un nuevo amigo?
Tranquilícese no sea paranoico, no pasa nada.
¿Me cree? Entonces es probable que crea en el hada de los dientes, en papá Noel y en los ovnis.

Historia de amor # 6

Mentiras verdaderas

-Soy virgen.
- es mi primera vez
* Tranquila que es la puntica no más.

Ovat.

viernes, 3 de agosto de 2012

El porqué de contártelo todo cada día






Era de noche yacíamos desnudos, recientemente te había contado una historia fabulosa, acerca de un momento mítico en mi vida, se que exageré un poco, sin embargo tus ojos se iluminaron y me regalaste con una sonrisa, y entonces una epifanía me llevó a entenderlo todo.

Cuando los hombres eran apenas dueños de su lenguaje, las mujeres estaban encerradas protegiendo sus crías y a ellas mismas de la vida salvaje. Mientras ellos marchaban ellas miraban apasionadas desde la entrada de la cueva el mundo del que estaban ocultas, sus ojos brillaban mirando de a poco el panorama, anhelando la aventura de sus dioses, de sus amos, de sus amores. Dibujaban en los muros las proezas y lo aprendido de ellos.

Ellos, nómadas, cazadores, peleaban con fieras, buscaban alimento y en eso se resumía todo. Bueno tal vez había que librar algún peligro de vez en cuando.

En las noches entraban con sus antorchas y explicaban en lenguaje de cavernícolas la historia que habían vivido, explicando detalles inauditos, cultivando con magia los oídos de ellas, exagerando la realidad para que tuviera la suficiente sal, ellas volaban a ese mundo de caza se estremecían se emocionaban y por fin en un rincón de la caverna se dejaban amar orgullosas de sus héroes. En sus ojos brillaba el placer de sus cuerpos y el placer de lo etéreo.

Una noche cualquiera la historia que se exponía en la caverna trataba de cómo se habían caído por una cascada seguidos por una serpiente gigante, en la caída despertaron a unos cocodrilos que dormían tranquilos cerca de un pantano y que animados por el hambre corrieron en el encuentro de los cazadores cazados, armado con una lanza uno de los cavernícolas pudo herir de muerte a la serpiente y con ella calmar el hambre de los cocodrilos, como pudieron corrieron de tal peligro y únicamente cazaron un cerdo salvaje y dos conejos. Ese día habían librado un hechizo que un mago les impuso meses antes y en el que se decía que morirían en las entrañas de una serpiente gigante, pero al parecer el destino tuvo piedad de ellos y podían celebrar.

Cada noche una historia, cada historia se reflejaba en el brillo de los ojos de ellas y el tiempo pasó, y los hombres fueron cambiando de hábitos y las mujeres también.

Sin embargo hoy voy saliendo del trabajo y la oficina ha sido más fría que una plancha de una morgue, pero salí pensando en tí, llegué a casa y te conté cómo el chico tímido del trabajo enfrentó con aliento de león al jefe y le puso en su lugar. Te conté de lo desafiante que había sido hablar de un negocio con los gringos que al final terminó en éxito, que a todos en la oficina les había pasado una anécdota  en las peluquerías alguna vez. Te hablé también de la forma en que me cole en el metro apenas con 10cm^2 de espacio, de la historia de la chica que se atrevió a hablarle al muchacho que le gustaba en el metro entre la multitud, pero él era gay. Te conté todo con la magia que llevo adentro para hacer brillar en tí esos ojos que siempre me gusta mirar cuando nos estamos amando y estás desnuda a mi lado.

Tavo.

jueves, 2 de agosto de 2012

Te extraño

Cuando te marchaste y olvidaste llevarme contigo algo se me murió por dentro para siempre, Y ni siquiera las largas jornadas matándome a pajazos O teniendo sexo con extraños Me basta para sacarte de mi cabeza.

Ardiendo

Había estado incubando la idea por meses y no era que le gustara ver sufrir a las personas, simplemente estaba cansado de tanta mierda. Era conserje en un colegio privado de monjas, al que como es de esperarse, solo atendían niñas. Hacía un año, de una manera que ni él mismo podía explicarse había comenzado a odiar todo, pero sobre todo había comenzado a odiar su trabajo, era un odio que crecía y se consumía su alma desde adentro, detestaba a todos allí, desde la madre superiora hasta la maestra que ni siquiera era monja, se volvió un misógino sin remedio, no toleraba que las mujeres ocuparan un cargo más alto que el suyo. Un día miércoles se armó de valor, selló las únicas dos puertas que dan al exterior por dentro, roció con toda la gasolina que había en el cuarto útil la escuela, cortó la electricidad de todo el recinto y le prendió fuego a todo, le prendió fuego a niñas, adolescentes y monjas y cuando ya no había nada por quemar y su necesidad de hacer fuego no podía parar, se prendió fuego a sí mismo. Fin.