Mentes sin amarras es un blog que nace de la búsqueda de la creatividad y del deseo de no dejar perder aquellas ideas que tocan de vez en cuando la mente y se van debido a la falta de un lugar para quedarse. Mentes sin amarras es el lugar para cualquier idea, pensamiento o escrito que ronde por ahí en las mentes de los autores.

lunes, 21 de marzo de 2011

Los más grandes deseos volviéndose pesadillas.







Uno como que aventura que las cosas van a terminar mal desde el momento justo cuando Eddie Comienza a consumir MDT-48, y no sé bajo qué pretexto complejo de asociación difusa la mente remite a imágenes perturbadoras e historias bastante lóbregas de la talla de requiem for a dream* donde una y otra vez a medida que transcurre la historia vos sabes que las cosas no pueden y además no deben tener un final feliz, ¿el por qué de esto último? porque la historia dejaría de ser sobresaliente, dejaría de ser llamativa y excitante para convertirse en una narración más de un libro más. Sin el final que tiene como que perdería verosimilitud, a ver solo por contrastar que tan bien quedaría un libro en el que alguien después de consumir drogas, ingresar en el mundo de los negocios, contrabandear y asesinar el sujeto protagonista -que es además quien hace todo esto- sale ileso, perdería no sólo la lógica sino el sentido.

Siempre he escuchado apreciaciones -a mi opinión- a priori de como lo hecho en Estados Unidos es asco, es capitalismo es no sé qué y no sé qué más, si bien Alan Glynn** no es Norteamericano, es vivo reflejo de lo bien que se ha ajustado a la forma de vida del acelerado New York, un thriller bastante impresionante que llega a ser catatónico por no decir compulsivo.

Imbuido en la historia desde hace aproximadamente tres semanas me resultaba imposible dejarla, obviarla y antes de dormir así como para Eddie se convirtió en adicción el MDT, a mi me resultaba preciso tener una nueva dosis antes de conciliar ingresar al mundo de los sueños -mi mundo real-, porque fascinantes y motivantes son ese tipo de historias que no quieres dejar de leer ni siquiera para ir a bañarte, orinar o cagar -eso me pasó con esta-.
Próximo a presentar un examen que viene siendo como un punto de inflexión en mi vida*** me dan ganas de tener acceso a las pastillas estas que vendrían muy bien de momento, dan ganas de consumirlas postularse para presidente y cambiar este país azotado por malicia y aquí viene perfecto parafrasear a Borges: "En la época de antes uno sabía donde estaba el mal, ahora no se sabe donde está el bien", pero bueno yo seguiré fantaseando con mi ficción que no para de idear ficción, mientras me tomo con Nefertiti**** unas cuantas pastillas de MDT.

Recomendable si se me pregunta, ahora a la expectiva de que entre en cartelera la adaptación cinematográfica. En cuanto a la manera de escribir de Alan Glynn bueno, es bastante, bastante causal y te encima una serie de subtramas que uno podría desear que no tuvieran fin que desembocan en una gran historia -no digna de premio nobel porque así no es como funcionan los intereses de estos premios- pero si digna de mi gusto, ¿qué tanto puede ser eso? tal vez nada, simplemente me declaro un fan más de "the dark fields".

Los dejo con este párrafo uno de los inmensurables párrafos que me gustaron del libro.

"Cierro los ojos un momento, y cuando los abro veo al presidente sentado a su mesa. No puedo subir el volumen y, mientras lo estudio atentamente, detecto en sus ojos esa expresión alerta propia del MDT. Me doy cuenta de que no puedo soportar esa imagen. Tomo el control remoto y pongo los dibujos que dan en otro canal.
Miro el teclado del portátil. Noto un martilleo en la cabeza que empeora constantemente. Ha llego el momento de apagar el ordenador. Miro la mesita de noche y el frasco de plástico que contiene 150 comprimidos de paracetamol. Luego miro el teclado una vez más y, deseando que el comando tuviera una aplicación mas inteligente, deseando que su función fuera literal, pulso la tecla (en inglés save - salvar-) con la esperanza de poder seguir adelante, con la esperanza de poder salvarme".

Es tan cretiva la manera como muestra su abandono y lo indefenso que se encuentra, es por eso que es uno de mis párrafos favoritos.



* Película de Darren Aronofsky del año 2000,o el libro de Hubert Shelby del año 1978.
** Autor del libro Sin límites (The Dark Fields) motivo de este escrito en cuestión.
*** En los guiones audiovisuales un punto de inflexión es un suceso de tanta relevancia que sin él, no se puede dar el resto de la historia.
**** Columna enmarihuanada, un escrito de Hector Abad Faciolince donde se pone en discusión si la dosis mínima se hace apología de si la dosis se debe legalizar.