Mentes sin amarras es un blog que nace de la búsqueda de la creatividad y del deseo de no dejar perder aquellas ideas que tocan de vez en cuando la mente y se van debido a la falta de un lugar para quedarse. Mentes sin amarras es el lugar para cualquier idea, pensamiento o escrito que ronde por ahí en las mentes de los autores.

viernes, 4 de noviembre de 2011

La versión bizarra de caperucita.




Tyler me dice que no sabe decidirse si Natalia es hombre, mujer, cocodrilo o hipopótamo.


Les dejo la banda sonora de caperucita
alice practice by crystal castles, la metalera recién levantada después de haber tenido una brutal orgía con tres punkeros
http://www.youtube.com/watch?v=7iTC0B0yByM
Fin.

jueves, 3 de noviembre de 2011

(la imagen NO es mia, pero no quería retrasar mas esta publicación)


Se que los humanos siempre han tenido ese maldito deseo de ser dioses capaces de crear vida artificial. Cuando salgo a la calle y miro a mi alrededor pienso: ¡felicidades, lo han logrado!

Vivo en estas calles plagadas de estos asquerosos seres rellenos de cables y circuitos a los que he decidido llamar voids. Debo aceptar que los humanos hemos creado seres mentalmente superiores, sensiblemente inferiores y físicamente… casi idénticos a nosotros. Seres que caminan como humanos, se ven como humanos, hablan como humanos e incluso tienen la capacidad de guardar en sus avanzadas memorias cada experiencia, cada palabra, cada rostro, cada operación matemática, todo, absolutamente todo.

En cuanto a su apariencia externa puedo decir que son perfectos, como nosotros, pero hay algo que los científicos nunca pudieron lograr, y fue hacer que sus ojos se vieran como los nuestros.

Desde pequeña me suceden dos cosas. Una de ellas es el hecho de que me sentía fascinada por los ojos oscuros, me quedaba absorta inmiscuyendo en las profundidades de esa alma oscura y misteriosa tratando de descubrir los enigmas y los miedos que se escondían en las entrañas de esa persona a través de sus ojos sombríos, donde otros simplemente veían una barrera impenetrable en la que solo eran capaces de ver su propio reflejo. La otra es que siempre escuché que la gente decía que los ojos son el reflejo del alma, pero esta frase solo comenzó a tener un verdadero sentido en el momento en el que estos seres aparecieron, ya que es la mas perfecta explicación de los imperturbables y asquerosamente misteriosos ojos blancos de los voids. Esos ojos que por más que los científicos intentaban que fueran verde esmeralda, azul turquesa o marrón, tarde o temprano, sin ninguna explicación se volvían blancos.

Y así, día tras día salgo a las calles y escucho a las personas que sienten envidia de estos seres, pero se que en el fondo, entre esa maraña de cables, son los voids quienes tienen envidia de nosotros, envidia porque no pueden sentir el aire fresco, el olor del pan recién horneado, el sabor del chocolate, el tacto del algodón, no pueden amar, odiar, respirar, sentir, vivir, morir. Pero sobre todo, envidia de mis ojos negros y mi alma inquieta.