Mentes sin amarras es un blog que nace de la búsqueda de la creatividad y del deseo de no dejar perder aquellas ideas que tocan de vez en cuando la mente y se van debido a la falta de un lugar para quedarse. Mentes sin amarras es el lugar para cualquier idea, pensamiento o escrito que ronde por ahí en las mentes de los autores.

viernes, 14 de octubre de 2011

la luna que queria ser nube.


A menudo cuando despierto, ¿o que creían?, yo también duermo, abro mis ojos y me confundo, no se si estoy mirando las estrellas lejanas o las pequeñas luces de la tierra.

Podría decir que mi vida no es más que una larga y aburrida espera. Esperar que la tierra gire hasta que yo observo ese diminuto punto lejano, es la torre de Tokio que me indica que ha llegado la hora de dormir cuando se posa justo frente a mi, y luego… cerrar los ojos hasta que las grandes luces de Las Vegas me hacen despertar nuevamente.

Al estar lejos de todas las cosas carezco de amigos, o tal vez es que ni siquiera los tengo, pero la verdad eso es lo que menos me importa. De vez en cuando las nubes pasan cerca de mí, y si no van de afán se quedan un rato a mi lado y me cuentan sobre la vida en la tierra. “Los humanos se divierten buscando que forma tenemos. Una vez me dijeron que parecía un elefante con alas” dijo una pequeña nube mientras pasaba frente a mi. Vaya, tengo algo en común con los humanos, yo hago lo mismo, pero con las estrellas. Me gusta ver que formas puedo encontrar uniendo con hilos imaginarios las estrellas del firmamento. Puedo pasar horas haciendo lo mismo, y me sorprendo a mi misma de las figuras que encuentro. Algunas nubes al verme tan concentrado mirado el infinito me preguntan que hago, y yo les digo: busco constelaciones. -¿constelaciones? ¿Qué cosas son esas?. –así es como le llamo a los dibujos que hago uniendo las estrellas del firmamento. Tiempo después me enteré de que ellas le habían contado a los humanos sobre mi pasatiempo y habían comenzado a hacer lo mismo.

Sin embargo, deberán saber ustedes que no todo es tranquilidad aquí arriba. Algunas veces se me acercan unas grandes nubes oscuras, se que vienen hacia mi porque veo desaparecer las luces de la tierra, una a una se van extinguiendo, como si un gran monstruo las fuera devorando lentamente. Comienzo a temblar, porque se que ese monstruo viene por mi. Me rodean y cubren cuanta luz puede llegar a mi, y así, poco a poco, me apago. Y cuando mi luz se extingue, satisfechas por haberme despojado de mi belleza se alejan riendo. Una vez, llorando le pregunté a una amigable nubecilla “¿por que crees que me hacen esto?, mi brillo es lo único que tengo, y sin embargo ellas me lo quieren quitar”. Ella me dijo que esas oscuras nubes envidiaban mi belleza, y por eso me molestaban. Así que ellas me tienen envidia?...pero si soy yo la que le tiene envidia a ellas!!! ¿Acaso no saben el privilegio que tienen de poder andar por el cielo tranquilamente, dejándose llevar por las cálidas corrientes de aire a cualquier parte del mundo?. Soy luna, pero que no daría por ser nube, una nube amigable, claro está. Buscaría siempre la forma de estar lo mas cerca posible de la tierra para aprender mas de los humanos, y dejaría esta oscura noche para buscar el cálido abrigo del sol.

Así paso día tras día, o más bien, esta infinita noche que lo único que espero, -porque es lo único que hago, esperar- es que termine. Ya no recuerdo ni siquiera la última vez que fue realmente de día para mí. Solo recuerdo el calor del sol en mi rostro durante aquel eclipse, y como todos los humanos me observaban sonrientes desde la tierra.

Veo como se asoma lentamente la torre de Tokio por un costado de la tierra. Nuevamente es hora de dormir… Ah, que no daría por ser nube!!!

2 comentarios:

Tavo dijo...

:) Es un placer tener nueva compañía, está bonito tu escrito, un saludo.

Rupert dijo...

esta muy muy chevere. Hasta que por fin tengo el gusto de leer algo tuyo. Vas bien, me gusta el escrito y me gusta tu estilo y la foto esta bien photoshopiada, a la final estamos es creando mientras hacemos fotografia. Gracias.